DANZA SIGLO XXI-EURITMIA

“Y le das tu nombre a todo y nace la palabra como una fuente maravillosa”.

Emilio Prados

¿Cuál es el “nombre” de mi vida, de la tuya, que quiere ser desvelado?

El silencio habla… ¿te atreves a bailar tu vida?

Me llamo Olga y soy una de muchísimas mujeres artistas que lucha por significarse ante su público. Y como mujer de mi tiempo he aprendido a esperar, a reconocer y a ser valiente.

Hablando de valentía quiero dejar algunas cosas claras.
Cuando escojo a un poeta no miro el género, me imbuyo del artista. Miro su “andadura” y por supuesto desde dónde está hablando. Eso es lo que me importa.
Reconociendo la igualdad de oportunidades en todos los ámbitos de la mujer, es necesario volver a mirar al ser humano, que como concepto abarca lo femenino y lo masculino.
Hoy en día el lenguaje es manipulado y rebajado en su potencial universal

El lenguaje es ante todo de índole espiritual y por eso es capaz de transformarnos.

En nuestra alma conviven y luchan lo masculino y lo femenino.

Aunarlos a lo largo de la biografía es todo un arte y nuestro gran reto.

Las mujeres artistas mayores de 50 años lo tenemos muy difícil en las artes escénicas, y sin embargo es cuando más tenemos que ofrecer. El culto a la juventud tampoco nos lo pone fácil. Pero justamente ahora, a partir de esta madurez nos atrevemos a mirar y expresar lo que antes callábamos. Detenernos en una mirada contemplativa del curso de nuestra vida puede ser muy revelador:

De repente un día lo supe, cada experiencia de vida (biografía) puede llegar a ser una obra de arte.

“Tal vez llegue a mi nombre o al nombre de la piedra
o a los nombres del cielo o a los nombres del agua,
que con su antena torpe, mi letra perseguida,
no deja cuerpo al mundo que de su tacto libre.

Andando, andando, andando, puede llegar un día
de tan altas preguntas y silencios tan grandes,
que otra vez a mí vuelva, luna de otras palabras”.

Emilio Prados

Cada biografía muestra su propia euritmia,
cada biografía es una euritmia nueva, nunca transitada,
esperando que su gesto intrínseco sea descubierto,
reconocido y expresado en su intencionalidad.